Le dio unos breves golpecitos a la pecera. Los peces, ni se inmutaron. Nadaban arriba y abajo, haciendo pequeñas carrerras a través del jarrón en ruinas y las algas, que vibraban con su contacto.
Denís se cruzó de brazos. No le gustaba que esos animales estuvieran atrapados a consciéncia y que ni ellos mismos supieran que el mundo exterior era mucho más bonito que su cárcel aquática.
Enfurruñado, cogió una bolsa de plástico, y vertió a los pequeños pececitos dentro del macuto improvisado. Sonrió con ilusión y hizo un nudo. Las diminutas fieras golpeaban la bolsa como autómatas. Ahora, los tres peces se encontraban en cautividad dentro de ésa cosa transparente.
Denís llegó al puente que cruzaba el río. El olor a hierba mojada le animó aún más a hacer lo que tenía en mente. Sacudió la bolsa y la empujó levemente con los dedos. Los miró con envidia. Denís alargó el brazo y vació la bolsa mientras los peces caían con apuro. Se despidió de ellos con una gran sonrisa y se echó a caminar a paso agigantado. Ese día estaba feliz.
Dos de ellos, no aguantaron la primera hora, el tercero, el más chiquitín, nadaba a contracorriente.
Yu. Tejido que para algunos es deconocido #1.1
miércoles, 3 de febrero de 2010
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la verdad es que, yo siempre he soñado con hacer eso...Soltar algunos peces, algun pajaro...La sonrisa tonta se te aparece :)
ResponderEliminarbesos franceses
Ojalá ese chiquitín siga nadando por mucho tiempo.
ResponderEliminarSil.
Que bonito, tener el poder de liberar a alguien y hacerlo de verdad. Eso no tiene precio. Mostrarles que hay un mundo mucho más bonito ahi fuera. Un mundo que espera a que le exploren...
ResponderEliminarUn besito de ensueño =)
Lo que más me gusta es la última frase. Es lo que nunca sabes que pasará cuando los sueltes, pero pensar que merece la pena, es lo que convierte esos pequeños actos, en grandes actos.
ResponderEliminarHas conseguido que te lea a diario =)
A veces no buscas la libertad, porque como nunca eres consciente de lo que es. Se necesita el dolro apra apreciar la felicidad. Y la libertad para odiar una prision. Pero em hs encantado el texto, la dulzura que desprende es sútil y te cala hondo.Gracias por comentar, de verdad :D
ResponderEliminarMuchos besos querido
:)
mola! yo tambien hubiera echo lo mismo por que ami no me gusta ver a animales encerrados aunque sean peces pero no me gusta!
ResponderEliminarbesos desde el alba!
Hay cosas que estan tan acostumbradas a vivir entre los mitites que ya conocen, que se tornan totalmente incapaces de sobrevivir de otra manera.
ResponderEliminarPero esa intencion y sensacion de libertad absoluta, creo que todos la tenemos
Pero sobre todo, creo que más que nada, la necesitamos.
Me encanto!
Besos!
Precioso, como siempre.
ResponderEliminarUn besoo ^^
El desayuno serán palmeras de chocolate!
ResponderEliminarmuy lindo! :) me gustaron tus entradas! :) te sigoo ^^
ResponderEliminareii gracias x leerme :]
bss! ojala me visites ;)