Ya no me acordaba de que era tener una sonrisa. Da gusto volver a saber que puedo seguir. No todo es fácil, eso ya lo sé bien; pero qué más da si ahora sé que puedo continuar andando.
Me sigue costando expresarme, me sigue costando ir tintando el camino con llanuras y planícies. Al menos, las tinieblas se espesan, se divergen entre ramilletes y callejuelas. Las sombras ya no son más que eso, oscuridad latente que no puede cerciorarse sobre mí, está estancada en el suelo, por debajo de mis pies.
Me levanto con las pupilas inflamadas, con un rojo candente. Sigo creyendo que despertarme no me trae buenas consequencias. Pero ahora, puedo despojarme las lágrimas y burlarme de todo lo demás. Soy capaz de alzarme y de gritar un aullido esperanzador.
Como una dinamita, la mecha está empezando a arder con pequeñas chispas de color.
Ya no quiero ser víctima ni verdugo. Sólo la valentía del dañado y la fuerza del criminal.
Está comenzando a amanecer.
Yu. Tejido inmediato #1.1
domingo, 7 de febrero de 2010
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Que bonito, en parte me recuerda a mí xD Pero eso es otra historia aparte.
ResponderEliminarMe alegro de que estés bien :3 O mejor, no sé u///u
como siempre, me encanta!! El ultimo parrafo me ha enamorado ^^
ResponderEliminarbesos
Quisiera yo tambien recordarme y verme sonriendo.
ResponderEliminarLejos de la oscuridad, el silencio y las sombras
Besos!
Despues de la tormenta siempre llega la calma.
ResponderEliminarUn besoo!