Volutas pasajeras


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viernes, 5 de marzo de 2010

Buenas noches

Mi madre cierra la puerta, intentando hacer el menor ruido posible.

Me hago un ovillo entre las sábanas, pero el calor me agobia y el verano está ansioso por entrar. Abro la ventana, dejando entrar el rumor del viento y el aire acumulado recorrer mis sentidos. La luna me sonríe y el silencio me arropa bajo su manto de estrellas.

Vaya, de nuevo aquí, coincidiendo con mis sueños. ¡Cómo me gustaría que mañana, cuando me despertase, pudiese sentir sus brazos acariciando mi piel!



Imagino la distancia de mi cama hasta el vasto cielo. La ventana es un cuartelillo de mis alocados pensamientos a horas nocturnas. Lanzo la sábana al suelo, estirandome cuan largo soy y suspirando al vacío.

- Te quiero, estés dónde estés -susurro degustando cada palabra como si fuese un dulce beso.




Entra, no te cortes.

Yu. Tejido a besos #1.0

3 comentarios:

  1. Quien no quedria que sus caricias nos despierten cada mañana! :D un abrazo =)

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  2. Hay tantas cosas que nunca hemos dicho o que simplemente añoramos... pero yo creo que ésta sensación siempre nos va a acompañar, por unas cosas u otras. Lo importante es tenerlo claro y no querer negar lo ennegable, aunque a veces sea lo más difícil del mundo.
    Hay que abrir los ojos, y saber ver.

    Un besito de ensueño =)

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Retazos del ayer

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