Volutas pasajeras


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miércoles, 8 de septiembre de 2010

Sinsajo


Quiero morirme. Quiero entrar en ese libro y morir allí. Tengo una sensación tan desastrosa y un vacío tan hueco que me siento la última piedra de la avalancha. La señora Collins me ha dado una fuerte patada en la entrepierna y ha hecho, que sí o sí, me incline ante ella. Da igual lo que opine sobre el libro; por ella como si un muto me arranca mis extremedidas y me quedo agonizando tras un chute de rastrevíspulas.

No desvelaré nada en la crítica (en el apartado de SPOILER sí, y necesito soltarlo todo), es mejor leerlo y verlo, porque todas las palabras se convierten en un holograma en la cabeza y se quedan martilleando tu cráneo desde el interior.

¿Quién habló de libertad?

Suzanne Collins se ha pasado. Y es que me lo venía venir. Ningún otro libro me había dado tanta dosis de adicción como Los Juegos del hambre, e incluso, para mi sorpresa, En llamas logró superar con creces mis expectactivas; y eso que segundas partes nunca fueron buenas, pues aquí sí, sí son buenas, son más que eso. Pero se le ha ido la mano con el tercero.

Al principio, hecho meticulosamente (estoy completamente seguro), Katniss comienza como en sus libros antecesores, como en sus primeros capítulos: en su casa y con Buttercup, el gato mandroso de Prim. El ritmo se mantiene, no de forma adictiva, pero te hace seguir leyendo más. Aunque le falta garra (o la destreza de la pluma de la autora). Nos muestran la vida en el distrito 13, nos pone sobre mantel a todos los personajes, ya sea de una manera u otra, pero todos bien servidos y en el punto de mira de la señorita Collins. Y nos mantiene con las tareas de distracción hacia el Capitolio y las grabaciones, los spots publicitarios y todo el batiburrillo que con el enfrentamiento no hace más que convertirse en un bucle repetitivo. Pero aún así, la escritora lo lleva bien y va en crescendo.
Y hay un momento, en el que se han disparado mis alarmas "hambriles", y el libro a alcanzado sus máximos. Y ahí, el mismo libro, ha comenzado a arder.

Al comienzo de la tercera parte del libro hasta acabar el capítulo 24, Collins no te da tiempo de secarte las lágrimas y decirle al corazón que por favor, que deje de latir tan fuerte. De repente te encuentras metido en un círculo cerrado de impotencia, de odio, de querer gritar y romper las páginas y de sentir como la guerra es lo peor que el ser humano puede crear. Y eso una y otra y otra vez, hasta desfallecer de tanta rabia acumulada.

Destrucción. Despojo. Muerte, muchísima muerte.

Y después de alcanzar su auge, toda mi pasión devoradora de letras se termina. De repente, Collins ya no es Collins y pasa a ser una escritora del montón que quiere acabar deprisa y corriendo una de las mejores trilogías distópicas de todos los tiempos y hace ¡zas, zas! con las manos y pone punto y final. No. Eso NO se puede hacer. Juro que me he tenido que leer cuatro veces los capítulos 25, 26 y 27 y el breve epílogo. Pues no me entraba en la cabeza ese cambio tan brusco. Creía que todo era una ilusión de Katniss y que en el próximo capítulo despertaría y volvería de verdad. Pero no. Y es que después de esa frenética marcha en la cual ya ni me paraba a ver por que capítulo iba y simplemente quería seguir y seguir y seguir, me he encontrado preguntándome que demonios le había pasado al final, igual algún error de impresión, no sé.

Y hablando de Katniss. Aquí, Katniss, la frívola, irónica, poco objetiva y decidida Katniss se difumina. Y lo mismo pasa con todos los demás personajes, y eso, para mí, ha sido su pata coja. Pues a Peeta le pondrían a ver puesto Pepe, presentarlo como un nuevo personaje y hubiese colado, a Gale lo han extremizado hasta el punto de preguntarme si de verdad era Gale o un cubito de hielo hostil y a Katniss la han querido martirizar (no, Suzanne, Katniss es algo más que una virgen con cuatro clavos). Y los secundarios... bueno, ahí al menos alguno que otro se salva.

Definitivamente, este libro ha sido con el que más he maldecido, con el que más estremecimientos, más dolor y más sufrimiento me ha transmitido y con el que, sin duda, más he llorado (y chorretones).

Si me dijesen de escojer uno, por adicción, escojería el primero, pero me quedo con éste de la manera mas cercana posible. Pues este libro, es más que un libro, es un posible nosotros en el futuro. Es una realidad actual, es una experiencia que nadie quiere vivir. Es algo, que debemos evitar a toda costa. Y Suzanne Collins ha dado el primer paso y nos ha abofeteado en toda la cara mostrandonos lo que se cuece en el mundo y lo que nadie nos quiere enseñar.

Aunque lo odie con todas mis fuerzas (cuand lo leáis entenderéis mi furia) es una obligación comprarse este libro, es más, diría que si no lo tienes, deberías replantearte tu existencia, al menos, un trillón de veces.

Y es que aquí las apariencias engañan. No os dejéis guiar por la portada tan fántastica y tan liberadora, pues detrás de ese Sinsajo se esconde la humanidad. Y tras la humanidad, una verdad desgarradora.

¿Real o no?

Real.

9/10 - Rozando la perfección

SPOILER:

¿Cómo ha podido hacer eso Collins? Comprendo que tenga que enseñarnos la verdadera parte del horror de la guerra, pero es que nada más comenzar nos da donde más nos duele: Cinna muerto.
Vale, igual ya me lo esperaba, pero siempre tenía esa pequeña esperanza de verlo aparecer en el último momento. Momento en el que si aparece, cuando Katniss está en la cama y ve a los vivos y a los muertos juntos. Pero no quería verlo de esa manera. Ya con solo eso Suzanne consigue que estemos con un nudo en el estómago de amargura constante durante todo el libro.
Pero bueno, visto lo visto no sé yo si algunos de los otros preferiría estar en el pellejo de Cinna y morir en esas circunstancias. No es muy apetecible morir decapitado por un muto, o derretido en una especie de rayo volátil o devorado por las llamas mientras intentas ayudar a alguien que está al borde la muerte.
Y es que veo que la especialidad de Collins es hacernos sufrir, es su golpe maestro. Nos da la única felicidad con la boda de Finnick y di que sí, con un par de ovarios, matémosle. Supongo que eso si está en resonancia con el libro u.u

Cuando he leído lo de Prim se me ha caído el cielo. Incluso deseaba que Katniss intercambiase su papel con el de ella. Puta guerra.

Pero que alguien me diga que no soy el único que ha odiado que Snow no sufriera más. Y es que después de todo, se rié en la cara de todo el mundo y muere aplastado/suicidándose él mismo. Que rabia me ha dado, pero al menos, muerto está.

¿Y Peeta? No lo recuerdo así. Y esa decisión final de Katniss, al elegirlo más por pena que por amor. Eso no me ha gustado nada nada. Y es que bueno que a Peeta le hayan modificado la cabeza con ese veneno, pero sin su personalidad el libro pierde mucho encanto, y suponiendo que al final del libro, como se ve, vuelve a ser como siempre, no entiendo que consienta ser tan... frío. No lo sé. Ese Peeta no es el Peeta de siempre.

¿Y Gale? A ver, has pasado toda tu vida con él, sois como hermanos, te ha protegido mil veces y daría todo por ti. Y vas tú, Katniss, ¿y le echas la culpa de haber "creado" la bomba? Como no han muerto personas por tu culpa...
Me parece que algo egoísta eres. Vale que era tu hermana, pero es que como mucho la culpa es de Coin, y a esa ya le das su merecido. Además, esa bomba es como cualquier otra bomba, mata, las bombas son malas. Ni siquiera Gale la creó, solo dio la idea para terminar con todo de una vez. Me parece muy injusto que la tome con él. Si él no hubiese puesto esa idea en el asador, otro tipo de misil hubiese caído. Así es la guerra, muchos pierden, nadie gana. Da gracias que tienes a alguien, ya sea a un Peeta irreconocible, una madre trastocada o a un Gale supuestamente "seductor del sector 2".

Y me parece lógico que de una manera u otra asocie esa bomba con Gale, pero de ahí ha no verlo nunca jamás, me parece que todo el valor que tenía Katniss se ha quedado en el segundo libro.
En fin.

¿Y Annie, no decían qué estaba descerebrada y paranoica total? Pues yo la veo muy ceñidita en el papel de "en el último capítulo recobro mi cordura, y más con la muerte de mi marido, que me hace estar con los pies en la Tierra y con un niño dándome patadas en mi barriga".
Eso no se sujeta ni con pinzas. Ahí Collins necesitaba un "no" para quedar bien, y tralará.

No sé. El libro me ha transmitido la dureza de vivir en esas condiciones, pero me ha faltado esa chispa que caracterizaba la saga. Será que hecho de menos unos Juegos del Hambre, aunque sean crueles y odiosos, pero al menos, ahí la autora sacaba todo su potencial a relucir. Y aquí, aunque con muchas más muertes y mucho más presión psicológica y traumas de por vida, creo que ha sido más las ganas de acabarlo todo rápido y con prisa y de matar a unos cuantos por que ya les tocaba que las de cerrar con un buen final.

Aún así. Viva la trilogía de Los Juegos del hambre. La guardaré como un buen recuerdo, y no creo que nunca se me olvide la última frase cuando me encuentre en una mala situación. Pues siempre, habrán juegos peores.

Curiosidades:

Tuve la gran suerte de encontrarlo a la primera, pero se debe más que nada a que a la librería que voy soy algo así como un cliente estrella (y tampoco es que vaya allí cada día, ojalá, pero como no gasto absolutamente nada y todo lo que me queda de cumpleaños, reyes y demás necesita ser pulido pues así vamos). Pero eso no tiene nada de curioso. Lo curioso, es que sólo quedaba un ejemplar y estaba reservado a un cliente desde hacía un par de semanas. Sé que es un golpe bajo y que no se debe hacer, y que igual hice mal... pero el librero, le quito la hoja de reservado y me lo vendió a mí (encima con rebajas incluidas, no sabéis lo feliz que fui). Sé que le diran a esa persona que el libro aún no ha llegado o se ha agotado, y no se enterara de nada. Sé que si me lo hicieran a mí me jodería mucho, pero es que, si estuvieráis en mi caso, ¿a caso no lo hubiérais comprado? Yo creo que nadie en su sano juicio rechazaría ésta maravilla la primera semana que sale al mercado.

La segunda curiosidad es sobre la edición en catalán. Se ve que hubo un error a la hora de la impresión y todos los libros acababan en el capítulo 26. Yo estoy acostumbrado a leer en castellano, pero imaginaos lo que debe de ser encontrarte con el último libro de una trilogía como esta y llegar a la última página y quedarte con las ganas de saber que hacer. Yo me tiraría de los pelos. Al menos ya han retirado todas las copias y la editorial ha decido cambiar los libros a los afectados, pero debe de ser chulo tener una muestra así, no creo que todo el mundo pueda decir: Yo tengo la primera y única edición de Sinsajo con 26 capítulos. Aunque tiene que fastidiar, al menos, un pelín. Por cierto, en catalan no la han traducido por su nombre original, se llama algo así como "El pájaro de la venganza". Definitivamente, prefiero Sinsajo.



Yu. Reseña susurrada al oído #1.0

5 comentarios:

  1. Me has abierto el apetito! Ahora mismo lo empiezo para poder leer la otra parte de la reseña. ^^

    Muchos besos.

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  2. No lo he leído, pero lo tengo pendiente :)
    ¡Bú! Soy yo. Tengo unos cuantos blogs... ^^' Así, de repente. Se me olvidó comentártelo... Aunque fuiste tú el que insistías ^^.

    PD: Si aún no lo has averiguado.. Sí, soy Nell XD

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  3. http://www.youtube.com/watch?v=7cZYvszjRLA
    Te odio...

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  4. Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

    me respondes munekitacat@hotmail.com

    besos

    Isabella Miranda

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